El próximo 21 de noviembre tendrá lugar en Viena el 11º Global Peter Drucker Forum bajo el lema “The Power of Ecosystems: Managing in a networked world”. Y es que, los “ecosistemas” están de moda, las fronteras de las organizaciones han mutado de sólidas a líquidas y ya no está claro donde empieza y termina nuestra empresa.
El siglo XX se ha caracterizado por modelos organizativos mecanicistas basados en una cadena de valor linear que entregaba un producto o servicio determinado a un segmento de clientes o consumidores específico. Esto era posible en un contexto donde puedes planificar y controlar lo que hace tu organización, porque a su vez puedes predecir con bastante precisión el futuro a medio y largo plazo.
El siglo XXI requiere una “mentalidad biológica” que reconozca que las organizaciones son sistemas abiertos constituido por elementos interdependientes y que interactúan de manera continua con otras organizaciones, produciéndose millones de interacciones de manera simultánea con elementos que técnicamente están “fuera de la organización”.
La actividad económica actual está configurándose en ecosistemas complejos integrados por redes de compañías y profesionales interconectados que están muy lejos de los modelos rígidos y estancos del siglo pasado. Claros ejemplos del éxito de este modelo organizativo son Amazon, Alibaba, Uber, Cabify, Airbnb o Wikipedia. Asimismo, muchas compañías “tradicionales” como General Electric, P&G o Phillips han activado el modelo de ecosistemas especialmente en aquellos ámbitos vinculados a la innovación y desarrollo de nuevos productos y servicios creando redes que interconectan startups, freelance e instituciones académicas, entre otros.
Pero… ¿por qué son tan exitosos estos modelos?, ¿cuál es exactamente el Poder de los Ecosistemas? Hay dos elementos que constituyen la base de su ventaja competitiva:
Sin embargo, para poder capitalizar los beneficios de un ecosistema es necesario desarrollar modelos organizativos flexibles y dinámicos. Un ecosistema no funciona en un entorno de planificación, reporting y control. Necesitan una fórmula que integre una cultura de responsabilidad y autonomía con procesos flexibles y ágiles. Esta combinación permite responder eficazmente a oportunidades, riesgos y necesidades que emergen repentinamente.
Liderar en el siglo XXI requiere aceptar está realidad, requiere comprender que las empresas forman parte de sistemas complejos que operan en mercados cuya evolución es impredecible. Para operar con éxito en este nuevo escenario es imperativo posicionarnos de una manera diferente y desarrollar lo que he denominado las 4 Mentalidades del Líder del siglo XXI:
El manual de instrucciones de cómo emular a estos pioneros de ecosistemas todavía no se ha escrito, pero hay una serie de medidas que puedes empezar a poner en marcha si deseas que tu organización desarrolle capacidades para competir con éxito en el siglo XXI:
SUSANA GÓMEZ FORONDA. Experta en Estrategia, Organizaciones y Liderazgo.
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